Recuerdo perfectamente que me llevó al cine la curiosidad más que nada, porque sabía de antemano que esta película iba a ser un chasco, veo que no fue una percepción exagerada para nada. Para ser un guerrero de la salvaje Cimmeria, acostumbrado a pisar con sus toscas sandalias los enjoyados tronos de la Tierra, la nueva película de "Conan el bárbaro" se está llevando una buena paliza en las taquillas internacionales. Si bien en España la película de Marcus Nispel ha obtenido 1,27 millones de euros en su primer fin de semana, superada sólo por "Super 8" (hay muchos fans del personaje que salieron asqueados y cabreados del cine), en EE UU quedó en el cuarto puesto del ránking en su fecha de estreno (por debajo de Spy Kids: All the Time in the World) y su recaudación internacional acumulada se queda en unos magros 12 millones de euros para un presupuesto de más de 62 millones. Supongo que tanto el director como los productores del filme no estarán precisamente alegres con estos datos, (de hecho no sé como no se lo esperaban) pero hay un miembro del equipo de Conan que ha decidido aprovecharlos para algo constructivo. El guionista Sean Hood ha publicado un artículo en la web de preguntas y respuestas Quora, una suerte de Yahoo! Answers para profesionales, respondiendo a un sencillo interrogante: "¿Cómo se siente uno cuando su película fracasa en taquilla?". En el primer párrafo, Hood (que ha trabajado en películas como Cube 2: Hypercube y El Cuervo 4: La plegaria maldita) lo resume todo con un adjetivo: "desolador". Pero el texto es muy extenso, y en él hay lugar para muchas explicaciones. Acto seguido, Sean Hood compara la noche del estreno de una película con una noche electoral "Cuando comienza", explica, "uno está lleno de fe, esperanza y entusiasmo", un momento para sacarse de encima el "compromiso, el cansancio y la inquietud" de un largo rodaje y una no menos larga campaña promocional. Ahora, tras el rotundo planchazo de Conan, Hood comprende por qué los candidatos políticos siempre afirman "no creer en las encuestas". Y es que, según afirma, los estudios de mercado de la productora adjudicaban a Conan unas cifras de estreno similares a las de "Los mercenarios", que debutaron en la cartelera estadounidense con 24 millones de euros: exacto, justo el doble de lo que finalmente ha amasado esta película. "Te dices a ti mismo 'relájate y disfruta', intentas convencerte de que tanto si ganas como si pierdes todo estará bien", prosigue Hood. Pero no hay manera: conforme van llegando las encuestas efectuadas al público (exit polls) y los cines comienzan a mandar sus datos provisionales de taquilla, está claro que la película no responde a las expectativas. "Entonces es cuando se te revuelve el estómago", prosigue el guionista. Por no hablar de las críticas... "Todas echan pestes de la falta de argumento, la falta de caracterización y la falta de ingenio", admite Hood. "Y un hombre de cine que afirme 'no leer las críticas' miente como un bellaco". Claro que, a estas alturas, el escritor también tiene sus propias críticas en la reserva: "Quienes han leído mi guión original de Conan saben que gran parte de mi trabajo nunca llegó a la pantalla", aduce Hood. Y prosigue: "Es difícil reescribir un guión en mitad de un rodaje, y estoy orgulloso de parte de mi trabajo, pero la audiencia y la industria sólo recordarán el fracaso". Para levantarse la moral, Hood acaba recurriendo a un recuerdo de infancia: su padre, trompetista de profesión, pasó meses y meses estudiando para las pruebas de ingreso en "una famosa filarmónica". Tras suspender el examen, "estaba desolado, pero al día siguiente se levantó a las 6 de la mañana y practicó con la boquilla, como llevaba haciendo desde los seis años". Menos de un año más tarde, explica, tenía un puesto en la Filarmónica de Los Ángeles, en el que ejerció hasta su jubilación. "Y aquí estoy yo, con una taza de café en la mano, mi perro durmiendo a mis pies y revisando otro guión", resume Hood. Pero ese guión no es el de Conan 2, (en el caso de que llegue a rodarse) el libreto de la secuela lo está escribiendo el mismísimo Jason Momoa (esto es delirante, esta claro que se quieren cargar al personaje sí o sí). Y, como responde acto seguido el productor de Mulholland Drive Neal Edelstein: "No te quejes. Peor hubiese sido que te mandasen tu película directamente a dvd". Esto les pasa por el ansia de ganar dolares, si hubieran prestado más atención a las estadísticas se hubieran percatado que la gente quería ver Conan con Arnold o como mínimo con una ambientación, guión y , sobretodo, actor principal a la altura de un buen remake y no de esa animalia cinematográfica que les ha salido. Creo que sería un buen momento para que Arnold retomara un viejo proyecto que quedó congelado al iniciar su carrera política en el 2003 "King Conan: Crown of Iron" ¿verdad? ¡CROM!
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